Las estrías pueden aparecer como consecuencia del rápido estiramiento de la piel y, a menudo, se las asocia con el agrandamiento del abdomen que se presenta durante el embarazo. Se puede dar también en niños que se vuelven obesos rápidamente. Igualmente, se pueden encontrar en niños y niñas durante el rápido crecimiento en la pubertad. La localización más común de las estrías se encuentra en las mamas, las caderas, los muslos, los glúteos, el abdomen y los costados.
Las estrías aparecen en forma de líneas paralelas de piel rojiza, brillante y delgada que después de algún tiempo se tornan blancuzcas y con apariencia de cicatriz. Dichas líneas pueden ser ligeramente profundas y presentar una textura diferente de la piel normal.
Las estrías también pueden presentarse como resultado de una formación anómala de colágeno o como resultado de medicamentos o substancias químicas que interfieren con la formación del mismo. De la misma manera, pueden estar asociadas con el uso prolongado de compuestos de cortisona, diabetes, enfermedad de Cushing y el período de posparto.
Técnicamente son cicatrices sub-epidermicas con adelgazamiento de la epidermis, por ruptura de fibras elásticas de la dermis.Cuando la piel se estira, las fibras con menor elasticidad se rompen, de forma que nuevos tejidos actúan a modo de cicatrización y reemplazan al tejido original.
Pero también hay que tener en cuenta el factor genético: la predisposición a las estrías puede heredarse de madres a hijas.
Son difíciles de erradicar y cuanto más antiguas peor.
Evitar el rápido aumento de peso ayuda a reducir las estrías causadas por la obesidad